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lunes, 6 de noviembre de 2017

Sobre el altruismo en la maternidad subrogada.

Como ejemplo de denuncia de neolengua pongo el siguiente texto.
Pero en la línea de lo realizado hasta ahora, no me resisto a intentar dilucidar que se llama altruismo en esta especie de maternidad subrogada.
El altruismo es una de las sonrisas que encubren la mandíbula de la hiena en afortunada expresión de Susana Tamaro. Nos lo decía también Gómez Dávila al referirse al ideal como fin encubridor frente al realismo basado en la obra de Tucídides que domina su pensamiento, toda persona con ideales es un asesino potencial. Sin embargo la caracterización más propia de ese altruismo “humanitario” que produce la abolición del altruismo concreto se encuentra en la dura frase de Nadiedzhda Mandelstam sobre las esperanzas de su marido Ossip en que el  humanista extranjero, Romain Rolland,  lo sacase del campo de concentración hablando con Stalin “Mandelstam no podía creer de ningún modo que a los humanistas profesionales no les interesaban los destinos individuales, sino tan sólo la humanidad en su conjunto”.
El altruismo que se maneja en la supuesta maternidad subrogada altruista no es otro que el de los humanistas profesionales. La maternidad es la quintaesencia del altruismo concreto, el sacrificio por el hijo. Por grande que sea este casi nos parece normal, como si hubiese una normalidad en una relación consciente tan generosa, superada evidentemente en la mujer la mera vinculación instintiva. Por el contrario no es extraño que a la menor quiebra en ese altruismo completo, casi absoluto, sea calificada como antinatural, como si fuese la naturalidad la que guía ese comportamiento, y no una moralidad excelsa que fundamenta toda la cultura de atención al dependiente en las sociedades humanas. Sin el altruismo concreto de la madre, que se puede extender, aunque defectuosamente por los demás a los otros, no hay atención al que depende, esencial según Alasdair Macintyre para la supervivencia de los animales racionales dependientes que somos los hombres.
El cinismo de invocar el altruismo en esta relación, realmente contrato, al que se remiten nuestros humanistas radicales es que se proyecta un altruismo impostado para negar el altruismo más real, la quintaesencia del altruismo, el modelo concreto de referencia. El contrato obliga, pues los contratos obligan, dato que también se encubre en la maternidad subrogada, a que la madre corte de raíz intencionalmente, sin motivo insuperable que lo justifique, la sagrada relación con el hijo. Y la llamó sagrada en el sentido religioso que está más allá de toda religión concreta, en un sentido no manipulable por la ideología, no es la “sagrada” bandera, es la relación que nos humaniza. Esta traición se realiza en nombre del más falso y abstracto ideal. El legislador quiere volver a un conjunto de mujeres humanistas profesionales, no para olvidar a los poetas abandonados en los campos de concentración sino para traicionar al propio hijo.
Se produce así la segunda sospecha sobre el altruismo, la del cinismo de quién la invoca para introducirla en la ley. La motivación de estos sofistas es claramente utilitarista. Buscan una utilidad concreta, evaluable económicamente. Hace tiempo que hemos caído  en la cuenta de la falacia del altruismo. En efecto la calificación del comportamiento de la mujer como altruista, en su sentido mas falso,  no convierte en altruista todo el procedimiento. Más bien parece que encubre fuertes intereses, cuya garantía jurídica frente a otros derechos en juego y, sobre todo, frente al principio de que la maternidad sigue al parto, no es necesaria y puede abrir camino a todo tipo de abusos.
Por supuesto no es altruista, no lo ha sido hasta ahora, el comportamiento de un sector, el de la reproducción asistida, cuyo empeño fundamental parece dirigirse al aumento del mercado y ha creado un lobby poderoso con ese fín. Las clínicas no son altruistas. Son un sector regulado que tiende a saltarse las regulaciones. En el conjunto de la reproducción asistida ha habido una tendencia a burlar las donaciones de gametos, que se ha hecho escandalosa. En el caso de donación de óvulos la compensación a la donante se ha vuelto adquisición de óvulos bajo precio. Es difícil denominar donación a procesos en los que el perfil del donante no es distinguible del perfil del vendedor. Este juego de la compensación, generalizado en España, debe tenerse muy en cuenta cuando se habla de gratuidad. El altruismo manipulado se hace aquí patente. Nadie engaña a nadie y todos actúan como si el motor de esta industria fuera la donación gratuita.
Es más, para acceder a la reproducción biológica, los comitentes rompen la maternidad en su pleno sentido, es decir, la de la gestación. En esta acción la mujer gestante pasa a puro recipiente para otro, convirtiéndose objetivamente en objeto portador del deseo de otro. Aquí interviene la paradoja de la gratuidad. Como se sabe esta no suele ser total, pues cabe la construcción de un sistema de compensaciones por las "molestias". A menor compensación parece que más nos alejamos del alquiler. Pero como ha indicado la feminista Kajsa Ekis Ejman en un artículo en The Guardian, el efecto es que si consideramos la gestación para otro una explotación, se nos dice que cuanto menos se pague a la mujer menor explotación tendremos lo que no deja de ser un contrasentido: En realidad, subrogación altruista significa que una mujer atraviesa el mismo proceso que en la subrogación comercial, pero no obtiene nada a cambio. Exige a una mujer gestar a un niño durante nueve meses y luego echarlo fuera. Tiene que cambiar su comportamiento y exponerse a la infertilidad, una serie de problemas relacionados con el embarazo e incluso la muerte. Es utilizada como un recipiente aunque se le diga que es un ángel. Lo único que obtiene es el halo del altruismo, lo que es pagarle muy poco por el esfuerzo y puede sólo resultar atrayente en una sociedad donde las mujeres son valoradas por lo mucho que se sacrifican y no por lo que obtienen.
India y Thailandia no quieren que sus ciudadanas se conviertan en la fábrica de bebes del mundo. Es el momento para Europa de tomar sus responsabilidades. Somos los compradores, es necesario que mostremos nuestra solidaridad y paremos a la industria mientras podamos.[1]
Quien busca la paternidad-maternidad biológica a costa de la gestación de otra no es altruista, sus motivos son como mínimo egoístas, cuando no narcisistas.
Sobre este punto ha escrito Susanna Tamaro en una aportación en donde pone en duda la sentimental llamada al amor que se establece en todo el discurso defensor de la maternidad subrogada. Analizado el proceso más allá del velo sentimental, lo que aparece es la voluntad de recurrir a lo que sea para alcanzar un objetivo:
 "La gestación para otros es quizás la forma de esclavitud más sofisticada y atroz inventada por la modernidad, una esclavitud en la que el rostro de la hiena está escondido detrás de la sonrisa del benefactor, una esclavitud que astutamente esta envuelta por la palabra amor. Un amor que no se refiere de ninguna forma al bien del que nace sino solamente del deseo particular de los individuos singulares. Todo porque a la ideología marxista leninista le ha sustituido un capitalismo sin alma y este nuevo tótem idólatra reconoce sólo una ley: la del deseo del individuo particular y la del beneficio que se puede obtener para satisfacerlo. Que la causa generadora de los hijos sea un no bien definido y omnipotente sentimiento de amor es una de los grandes engaños servidos por el neosentimentalismo de la sociedad consumista."[2]




[1]  Ekman, K E All surrogacy is explotiation , The Guardian, 25/02/2016, https://www.theguardian.com/commentisfree/2016/feb/25/surrogacy-sweden-ban. Consultado 11/04/2017.
[2] Tamaro S. Intervento Utero in afitto, non in mio nome, Avvenire,  23 marzo 2017, https://www.avvenire.it/famiglia-e-vita/pagine/susanna-tamaro-e-l-utero-in-affitto-non-in-mio-nome

sábado, 15 de julio de 2017

Vientre de alquiler y altruismo. Hoy en La Razón


Fue Susana Tamaro, con ocasión del congreso celebrado en Roma para instar la prohibición universal de la maternidad subrogada, quien pronunció la contundente frase: debajo de la máscara de la sonrisa del altruismo se oculta la risa de la hiena.
El juicio es duro, pero se pronuncia desde la realidad del enorme tráfico de mujeres, dedicadas a la cría de hijos para otros, tras gestárselos durante nueve meses, sujetas a restricciones de su libertad y cedido el supuesto derecho al aborto a terceros, por contrato, para que decidan por ellas. Como la realidad es que la gran mayoría de los casos se produce desde el Tercer Mundo al Primero y en no pocos se oculta una directa compra de niño, tratar lo que es desde una realidad imaginada sólo puede responder a la ignorancia, de la que dudo, o a la mala fe, tan propia de la argumentación humana, muy hábil en disfrazar la pura voluntad de poder bajo la máscara moral en este caso el altruismo.
En España, según las encuestas, fiables o no como toda encuesta, las mujeres tienen por lo general menos hijos de los que desearían. Por otra parte, es sabido que no hay niños suficientes en adopción para cubrir la demanda de personas que pasan un proceso de idoneidad en aras del superior interés del menor. Es lícito preguntarse qué sentido tiene una proposición que pretende crear un registro de madres, perdón nunca les llamarían madres pues se supone que por altruismo deben renunciar a su maternidad, es decir a su hijo. Estas no madres deben haber tenido un hijo antes, tener un nivel económico, más de 25 años  y, sobre todo, una peculiar concepción del altruismo que consiste en ceder el propio hijo, no en interés de éste, pues ha sido creado exprofeso para la manifestación de “altruismo” de su madre, sino en el egoísta interés de terceros, que en nombre del amor, cuantos crímenes se cometen en tu nombre, o de la propia perpetuación están dispuestos a montar el infame proceso.
Como no hay madres, o gestantes altruistas, para tanto negocio, o muestra de solidaridad, la ley sólo serviría para eliminar el principio por el que la maternidad sigue al parto, debilitar la posición internacional de España en la búsqueda de un acuerdo para suprimir el infame comercio y crear el agravio comparativo de las largas listas de espera.
Sobre todo convertirá en normal que una mujer bajo precio, pues a ver quién limita la compensación, esté dispuesta a concebir un hijo para otro, mercantilizando esa función, alienándola para que entre en un mercado que ya sabemos cómo funciona, con granjas de mujeres en el Tercer Mundo.
Tenemos pues la completa mentira. Por un lado no hay subrogación, pues esta supone colocarse en la posición jurídica de un tercero, y no puede hacerse de forma personalísima. No se quiere una posición jurídica sino un vientre que se reduzca a una función biológica. Es posible que la técnica prefiriese una solución aún más técnica con una gestación perfectamente artificial. Pero de momento esto no es posible y siempre será más barato, más natural, más seguro explotar los altruismos.
Por otra parte no hay maternidad pues la acción jurídica elimina la maternidad hasta de nombre, creando una ficción jurídica por la que la madre no es madre.
Las comparaciones con la adopción son odiosas y en todo caso pondrían de manifiesto el lado oscuro de algunas adopciones internacionales, que son vigiladas precisamente por eso. Nos encontramos no ante la búsqueda de una madre para un hijo abandonado, o ante la solución a un caso siempre n interés del menor, donde el derecho sirve de instrumento para resolver unas situaciones donde el acento se pone en el niño. La idoneidad del niño, su calidad, su origen racial no son relevantes en el expediente, es el adoptante el sujeto a escrutinio. Su deseo es relevante en cuanto sirve para colmar una situación. No hay derecho a adoptar en sentido estricto. En el vientre de alquiler el menor ve rotos su lazos con su madre con el único objeto de colmar un deseo que no es respetable en cuanto implica esta exigencia.  Reducida a objeto técnico la gestación, el menor entra en todo el proceso de calidad del producto adquirido. En este sentido la propaganda de las agencias de explotación dice más que cualquier argumento, que cualquier exposición de motivos. La calidad de la mujer y la calidad del producto tienen las condiciones de las ferias ganaderas.

Para quienes creemos que la causa de la decencia es ahora la búsqueda del Convenio Internacional de Prohibición, la Proposición no es una ley entre tantas sino una toma de postura por la mercantilización. Esto no es una opción moral particular, como se pretende en el debate de la pluralidad moral, sino crear un derecho cuya contraprestación es una especial forma de explotar a las mujeres y sus hijos.

miércoles, 28 de junio de 2017

Apoteosis de la neolengua. Hoy en la Razón.

Hoy la Razón republica mi artículo sobre maternidad subrogada incluido en un amplio dossier.
Aquí el artículo:

Apoteosis de la neolengua

por José Miguel Serrano. Miembro del Comité de Bioética
La elegante sustitución del descriptivo y exacto término «vientre de alquiler» por el de maternidad subrogada marca la apoteosis de la neolengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la industria que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros. No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular ésta precisamente del dato natural y legal que la define: la maternidad sigue al parto. El comprador o compradores reciben un producto bajo contrato y la gestación se convierte en una prestación que esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada. De hecho, los grandes países exportadores en esta industria, como Tailandia, India, México y Ucrania, están limitando la compra por extranjeros, toda vez que se han observado los vergonzosos resultados de la generalización de la práctica para ricos del exterior. No hay padres o madres, hay compradores deseosos de que el Derecho cumpla su definitivo capricho, obviando las posibilidades que se abrirían a la maternidad por otras vías menos explotadoras. Las nuevas palabras, por supuesto, encubrirán el proceso, y así tendremos a nuestros tribunales –ya los tenemos de hecho– discutiendo si dos compradores y su compra han establecido ya, o no, una «relación familiar».


Leer más:  Por qué no estoy de acuerdo con la maternidad subrogada  http://www.larazon.es/sociedad/por-que-no-estoy-de-acuerdo-con-la-maternidad-subrogada-PD14429215?sky=Sky-Junio-2017#Ttt1ldPn0woqjv5X
Convierte a tus clientes en tus mejores vendedores: http://www.referion.com
 Pongo a continuación el link a todo el dossier que publica Belén Tobalina:

http://www.larazon.es/sociedad/la-postura-de-la-razon-sobre-la-gestacion-subrogada-HH15475534

martes, 27 de junio de 2017

Pablo Nuevo en maternidad subrogada.

Del artículo que vinculé cito el párrafo que me parece mas claro. No se puede decir mas corto:
La denominada maternidad por subrogación no es, por tanto, una práctica entre adultos que consienten y que no causa daños a terceros y que, necesariamente, produce beneficios para todos los sujetos implicados permitiendo de modo solidario el acceso a la paternidad a quien no puede hacerlo de modo natural.
Aparte de no tener en consideración el interés del menor, que pasa a ser simplemente un objeto que debe ser planificado para la realización de quienes encargan su gestación, se trata de una práctica que no respeta la dignidad de la mujer, en la medida en que cosifica el cuerpo de la llamada “madre portadora” (la madre, a secas), que pasa a ser un “algo”, un objeto de comercio susceptible de cualquier transacción, reducido a desempeñar un papel puramente instrumental.

lunes, 26 de junio de 2017

Liberalismo progresista y vientres de alquiler.

Pongo enlace  al claro artículo de Pablo   Nuevo   en ABC donde tiene la amabilidad de citarme con una idea que antes de publicar consulte a Quino y a Ignacio Solis.


http://www.abc.es/espana/catalunya/abci-liberalismo-progresista-y-vientres-alquiler-201706252125_noticia.html

Nuevos ricos y maternidad subrogada.

Andan los partidos, que discuten  en el mismo espacio en el que se giraba en el  chotis, apenas en un ladrillo, intentando distinguirse unos de otros, por algo distinto de condenar la corrupción ajena, ocultando la propia, que es la actividad política por excelencia.
En esto la izquierda se ha echado al monte bolivariano, monte violento, donde se habla mucho y se come poco, y han descubierto al mahometanismo y la libre determinación de que le pongan a las chicas una caperuza en la cabeza pasada la primera regla.
El centro, centro, aún más en el centro, ha decidido hacerse redicalmente centrista, es decir mas banquero y acercarse a ese importante voto de "famosos", la popularidad atrae popularidad, que quieren comprarse niños sin tener que gestarlos, que es un inconveniente notable como es sabido desde los antiguos textos sagrados. Que para otra es un avance a la espera del útero artificial. Por eso se descuelgan con la maternidad subrogada y mas que ciudadanos se proclaman consumidores, eso sí en la hipocresía mas boba, con alguna referencia altruista. Ya se sabe el mundo esta lleno de mujeres menesterosas deseando hacer felices a hombres y mujeres pudientes. Para lo que se nos viene mas que un lacrimoso y denunciador Dickens necesitamos el mas ácido Evelyn Waugh.

jueves, 22 de junio de 2017

Nuevo e print Manipulación del lenguaje, maternidad subrogada y altruismo.

Este es el nuevo eprint "Manipulación del lenguaje, maternidad subrogada y altruismo." Publicada en la Revista Cuadernos de Bioética, en la que esta en abierto.

Recuerdo el resumen:
La neolengua propicia un cambio del sentido de las palabras y junto al doble pensamiento forma el cuadro del totalitarismo descrito por Orwell en 1984. El propósito de la neolengua es hacer imposible toda otra forma de pensamiento. En la bioética la neolengua se aplica, no porque sea una ciencia nueva sino por la intención manipuladora. El lenguaje político del siglo XX tiene, según Orwell, la intención de alejar la “imagen mental” de lo que realmente acontece. Esto es claro en los términos “maternidad subrogada”.
Por un lado se priva a la madre de su hijo. Por otro no hay subrogación en sentido jurídico. Como se ha dicho la técnica reduce a una mujer a la condición de un recipiente. La coartada del altruismo no modifica la relación explotadora, pues la gratuidad en la prestación de la mujer no es altruismo de todos los que intervienen en la subrogación.

http://eprints.ucm.es/43481/

viernes, 9 de junio de 2017

Maternidad subrogada o de alquiler en Cuadernos de Bioética.

La Revista de la Asociación Española de Bioética "Cuadernos de Bioética"  ha publicado un número monográfico sobre Maternidad subrogada o de alquiler que ha coordinado Marta Albert. Se incluye mi artículo: Maternidad subrogada, manipulación del lenguaje y altruismo.
Este es el Link: http://aebioetica.org/cuadernos-de-bioetica/archivo-on-line/2017/n%C2%BA-93-mayo-agosto.html

martes, 23 de mayo de 2017

Enlaces noticias informe Comite de Bioética de España maternidad subrogada.

Aquí algunas reacciones.


http://politica.elpais.com/politica/2017/05/19/actualidad/1495194037_957601.html


http://www.elmundo.es/sociedad/2017/05/19/591ed27122601d986d8b460e.html

http://www.larazon.es/sociedad/el-comite-de-bioetica-propone-la-prohibicion-a-nivel-internacional-de-la-maternidad-subrogada-EN15182035


http://www.europapress.es/sociedad/noticia-feministas-provida-aplauden-comite-bioetica-quiera-prohibir-gestacion-subrogada-nivel-internacional-20170519181438.html

Conclusión del informe del Comité de Bioética de España sobre maternidad subrogada

Conclusión A lo largo de este informe hemos visto que existen sólidas razones para rechazar la maternidad subrogada. El deseo de una persona de tener un hijo, por muy noble que sea, no puede realizarse a costa de los derechos de otras personas. La mayoría del Comité entiende que todo contrato de gestación por sustitución entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor y, por tanto, no puede aceptarse por principio. Otros miembros del Comité, aunque aceptan en línea de principio que esta práctica podría regularse de modo que compaginara la satisfacción del deseo de unos de tener un hijo con la garantía de los derechos e intereses de los otros, no alcanzan a ver la fórmula de hacerlo en el contexto actual. Las propuestas regulatorias que se manejan -la gestación altruista y comercial en sus diversas variantes- son claramente deficientes en la tutela de la dignidad y derechos de la gestante y del menor por las razones que hemos ido apuntando en el apartado anterior. España, junto con muchos otros países de nuestro entorno cultural y del resto del mundo, ha rechazado de forma continuada esta práctica. Lo hizo cuando aprobó la primera regulación sobre reproducción humana asistida en 1988 y lo ratificó tanto en la reforma de 2003 como en la nueva ley sobre reproducción humana asistida de 2006. La experiencia de los últimos años, sin embargo, ha evidenciado que la norma vigente no resulta suficientemente efectiva para alcanzar el objetivo que persigue: la nulidad de los contratos de maternidad subrogada. Aprovechando las leyes permisivas de algunos países, ciudadanos españoles celebran este tipo de contratos en el extranjero y, a continuación, logran inscribir la filiación de los niños obtenidos por esta vía en el Registro Civil de España. Este tipo de contratos e inscripciones contradicen el parecer del Tribunal Supremo, que se manifestó sobre este asunto en 2014 y 2015, declarando su nulidad y los demás efectos que ésta comporta. Puesto que no somos legisladores, ni un órgano creado para el asesoramiento técnico-jurídico, entendemos que no nos corresponde articular la propuesta de reforma de la ley vigente que consideramos necesaria para que siga alcanzando el objetivo para el que fue creada. En todo caso, pensamos que dicha reforma debería estar orientada por tres criterios fundamentales: - Principio de mínima intervención. La ley vigente establece la nulidad de los contratos de gestación por sustitución; no sanciona a quienes intenten llevarlos a cabo. La reforma de la ley debería orientarse a lograr que la nulidad de esos contratos sea también aplicable a aquellos celebrados en el extranjero. Para contribuir a la efectividad de la medida podría considerarse la posibilidad de sancionar a las agencias 87 que se dedicaran a esta actividad. Solo en el caso de que estas medidas resultaran insuficientes para impedir la gestación por sustitución en el extranjero se debería considerar la posibilidad de recurrir a otras medidas legales que reforzaran su cumplimento. - Hacia una prohibición universal de la maternidad subrogada internacional. Las desgraciadas experiencias de países en los que esta práctica ha puesto crudamente de manifiesto las explotación a la que son sometidas las mujeres gestantes es una razón fuerte para que España defienda, en el seno de la comunidad internacional, la adopción de medidas dirigidas a prohibir la celebración de contratos de gestación por sustitución a nivel internacional. - Transición segura. No se puede desconocer que, en estos momentos, un número indeterminado de españoles está inmerso en procesos de maternidad subrogada internacional. Es importante que la transición a una regulación más efectiva no produzca el efecto colateral de dejar desprotegidos a los niños que nacen de estos procesos. Para ello se garantizará que su filiación en el extranjero se realice conforme a la doctrina establecida por el TS.

viernes, 19 de mayo de 2017

Nota de Prensa sobre el informe del Comité de Bioética de España sobre aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada.

NOTA DE PRENSA Informe del Comité de Bioética de España SOBRE LOS ASPECTOS ÉTICOS Y JURÍDICOS DE LA MATERNIDAD SUBROGADA __________________________________________________________ El Comité de Bioética de España en su reunión plenaria del pasado 8 de mayo de 2017 acordó por unanimidad de los vocales presentes aprobar un Informe sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada, elaborado a iniciativa del propio Comité, dada la preocupación que suscitaba a sus miembros el debate presente en la opinión pública y en algunas instituciones sobre la conveniencia de regular o, al menos, dotar de legalidad, a los contratos de maternidad subrogada. Como se pone de manifiesto al inicio del Informe, la maternidad subrogada es uno de los temas bioéticos más controvertidos del momento por su carácter disruptivo sobre el modo en que la procreación humana, y las consecuentes relaciones de maternidad y filiación, han sido entendidas y reguladas hasta la actualidad, planteándose por primera vez en la historia la posibilidad de disociar la gestación de la maternidad. Ciertamente, no es un fenómeno nuevo, los primeros casos tuvieron lugar hace más de cuarenta años. Sin embargo, durante mucho tiempo tuvo un alcance limitado, no siendo hasta los últimos quince años cuando la práctica se ha extendido y, sobre todo, se ha internacionalizado. Los medios de comunicación se han venido haciendo eco de informaciones que han atraído la atención de la opinión pública, generando gran repercusión mediática los casos de personajes famosos que han recurrido a este medio para ser padres. En líneas generales, como se expone detalladamente en el Informe, son dos los principales problemas jurídicos que se plantean en España. El primero tiene que ver con el hecho de que la maternidad subrogada sea contraria a la ley nacional y, sin embargo, muchos españoles consigan ser padres recurriendo a ella en otros países donde es legal. ¿Se puede pretender que las leyes aprobadas en España tengan verdadera eficacia y que no solo sean de aplicación para quienes, por carecer de recursos y de temeridad, no pueden sortearlas en el extranjero? Hay otros ámbitos en los que los hechos son perseguibles, incluso penalmente, aunque se realicen en el extranjero (véase, la compra de órganos humanos). El otro problema tiene que ver con que existe una nueva vida humana por cuyo interés el Derecho tiene que velar. Un aspecto esencial de ese interés consiste en reconocerle una filiación legal. Y de ahí surge la segunda cuestión: ¿Se debe reconocer a los padres comitentes la filiación legal del hijo concebido por encargo, aunque se reconozca la ilegalidad del proceso, o resulta más coherente no reconocerla para desincentivar que sea un medio de conseguir lo que legalmente está prohibido? En el informe se exponen los principios y razones que el CBE considera fundamentales a la hora de sustentar una posición coherente sobre esta práctica, abordándose el dilema de si la legislación española vigente debería reformarse para permitir la maternidad subrogada en determinadas condiciones o, más bien, debería mantenerse tal como está y adoptar medidas para reforzar su eficacia. Al hacerlo el CBE espera contribuir al debate ciudadano sobre un asunto que no solo repercute sobre las personas directamente afectadas (los niños fruto de esta práctica, las mujeres gestantes, los comitentes y en su caso los donantes de gametos) sino también sobre el conjunto de la sociedad, en la medida en que nos lleva a replantearnos el modo en que debe ordenarse la procreación humana y las consiguientes relaciones de filiación. El CBE es consciente de que quedan temas concretos sin abordar, no ha tratado de ofrecer una respuesta exhaustiva a cada una de las preguntas que se suscitan, sino, prioritariamente, clarificar los términos del debate y exponer el resultado de nuestras reflexiones, y deliberaciones. El CBE considera que, si bien el deseo de una persona de tener un hijo constituye una noble decisión, ello no puede realizarse a costa de los derechos de otras personas. La mayoría del CBE entiende que todo contrato de gestación por sustitución, lucrativo o altruista, entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor y, por tanto, no puede aceptarse por principio. Otros miembros del Comité, aunque aceptan en línea de principio que esta práctica podría regularse de modo que compaginara la satisfacción de dicho deseo con la garantía de los derechos e intereses de los otros, no alcanzan a ver la fórmula de hacerlo en el contexto actual. Las propuestas regulatorias que se manejan y las experiencias de otros países son claramente deficientes en la tutela de la dignidad y derechos de la gestante y del menor. En atención a la naturaleza y funciones del CBE, no le corresponde traducir su parecer en una concreta propuesta de reforma legal, pero sí, ofrecer algunos criterios que orienten aquélla, y, entre estos, destacaríamos tres fundamentales: 1.º Dotar de verdadera eficacia legal a la nulidad de esos contratos, de manera que resulte aplicable también a los celebrados en el extranjero, para lo que podría considerarse la posibilidad, entre otras medidas legales, de sancionar a las agencias que se dedicaran a esta actividad. 2.º Promover a nivel internacional un marco común regulatorio que prohíba la celebración de contratos de gestación, en garantía de la dignidad de la mujer y del niño. 3.º Asegurar una transición segura que evite que queden desprotegidos los niños resultantes de los procesos de maternidad subrogada internacional en los que pueden estar inmersos actualmente varios españoles. Para ello puede garantizarse que su filiación en el extranjero se realice conforme a la doctrina establecida por el Tribunal Supremo. El informe está disponible en la web del Comité de Bioética de España (www.comitedebioetica.es). Madrid, a 19 de mayo de 2017

El comité de bioética de España se pronuncia contra los vientres de alquiler

Pongo el link al informe del Comité de Bioética de España sobre maternidad subrogada, aprobado por unanimidad con un voto particular concurrente. Notese que en aras al acuerdo renunciamos algunos a recoger explícitamente exigencia de sanción penal para las agencias intermediarias.



http://assets.comitedebioetica.es/files/documentacion/es/informe_comite_bioetica_aspectos_eticos_juridicos_maternidad_subrogada.pdf

viernes, 5 de mayo de 2017

Aceptación del hijo. Todo es lo mismo.

Del texto de Susanna Tamaro en el que apoyaba la solicitud a la ONU de una prohibición total de la maternidad subrogada hay algo que me desconcierta. Estoy plenamente de acuerdo en lo del amor, no todo hijo, ni siquiera la mayoría son fruto del amor, al menos al niño. Pero su postura por la que hay hijo sólo tras la aceptación de la mujer es inadmisible. Podría estar de acuerdo con que el hijo exige la aceptación de la mujer pero no que "es" en cuanto la mujer lo acepta, pues eso nos lleva de nuevo a la situación que denunciábamos en el "pater" que hace del hijo alguien sólo cuando lo coloca sobre sus rodillas.