Blog de bioética y libertades públicas. Eutanasia. Nicolás Gómez Dávila. Pensamiento reaccionario. Democracia y Nihilismo.
viernes, 19 de mayo de 2017
Nota de Prensa sobre el informe del Comité de Bioética de España sobre aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada.
NOTA DE PRENSA
Informe del Comité de Bioética de España
SOBRE LOS ASPECTOS ÉTICOS Y JURÍDICOS DE LA MATERNIDAD SUBROGADA
__________________________________________________________
El Comité de Bioética de España en su reunión plenaria del pasado 8 de mayo de 2017 acordó por
unanimidad de los vocales presentes aprobar un Informe sobre los aspectos éticos y jurídicos de
la maternidad subrogada, elaborado a iniciativa del propio Comité, dada la preocupación que
suscitaba a sus miembros el debate presente en la opinión pública y en algunas instituciones sobre
la conveniencia de regular o, al menos, dotar de legalidad, a los contratos de maternidad
subrogada.
Como se pone de manifiesto al inicio del Informe, la maternidad subrogada es uno de los temas
bioéticos más controvertidos del momento por su carácter disruptivo sobre el modo en que la
procreación humana, y las consecuentes relaciones de maternidad y filiación, han sido entendidas
y reguladas hasta la actualidad, planteándose por primera vez en la historia la posibilidad de
disociar la gestación de la maternidad.
Ciertamente, no es un fenómeno nuevo, los primeros casos tuvieron lugar hace más de cuarenta
años. Sin embargo, durante mucho tiempo tuvo un alcance limitado, no siendo hasta los últimos
quince años cuando la práctica se ha extendido y, sobre todo, se ha internacionalizado. Los medios
de comunicación se han venido haciendo eco de informaciones que han atraído la atención de la
opinión pública, generando gran repercusión mediática los casos de personajes famosos que han
recurrido a este medio para ser padres.
En líneas generales, como se expone detalladamente en el Informe, son dos los principales
problemas jurídicos que se plantean en España. El primero tiene que ver con el hecho de que la
maternidad subrogada sea contraria a la ley nacional y, sin embargo, muchos españoles consigan
ser padres recurriendo a ella en otros países donde es legal. ¿Se puede pretender que las leyes
aprobadas en España tengan verdadera eficacia y que no solo sean de aplicación para quienes,
por carecer de recursos y de temeridad, no pueden sortearlas en el extranjero? Hay otros ámbitos
en los que los hechos son perseguibles, incluso penalmente, aunque se realicen en el extranjero
(véase, la compra de órganos humanos).
El otro problema tiene que ver con que existe una nueva vida humana por cuyo interés el Derecho
tiene que velar. Un aspecto esencial de ese interés consiste en reconocerle una filiación legal. Y
de ahí surge la segunda cuestión: ¿Se debe reconocer a los padres comitentes la filiación legal del
hijo concebido por encargo, aunque se reconozca la ilegalidad del proceso, o resulta más
coherente no reconocerla para desincentivar que sea un medio de conseguir lo que legalmente
está prohibido?
En el informe se exponen los principios y razones que el CBE considera fundamentales a la hora
de sustentar una posición coherente sobre esta práctica, abordándose el dilema de si la legislación
española vigente debería reformarse para permitir la maternidad subrogada en determinadas
condiciones o, más bien, debería mantenerse tal como está y adoptar medidas para reforzar su
eficacia. Al hacerlo el CBE espera contribuir al debate ciudadano sobre un asunto que no solo
repercute sobre las personas directamente afectadas (los niños fruto de esta práctica, las mujeres
gestantes, los comitentes y en su caso los donantes de gametos) sino también sobre el conjunto
de la sociedad, en la medida en que nos lleva a replantearnos el modo en que debe ordenarse la
procreación humana y las consiguientes relaciones de filiación. El CBE es consciente de que
quedan temas concretos sin abordar, no ha tratado de ofrecer una respuesta exhaustiva a cada
una de las preguntas que se suscitan, sino, prioritariamente, clarificar los términos del debate y
exponer el resultado de nuestras reflexiones, y deliberaciones.
El CBE considera que, si bien el deseo de una persona de tener un hijo constituye una noble
decisión, ello no puede realizarse a costa de los derechos de otras personas. La mayoría del CBE
entiende que todo contrato de gestación por sustitución, lucrativo o altruista, entraña una
explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor y, por tanto, no puede
aceptarse por principio. Otros miembros del Comité, aunque aceptan en línea de principio que
esta práctica podría regularse de modo que compaginara la satisfacción de dicho deseo con la
garantía de los derechos e intereses de los otros, no alcanzan a ver la fórmula de hacerlo en el
contexto actual. Las propuestas regulatorias que se manejan y las experiencias de otros países son
claramente deficientes en la tutela de la dignidad y derechos de la gestante y del menor.
En atención a la naturaleza y funciones del CBE, no le corresponde traducir su parecer en una
concreta propuesta de reforma legal, pero sí, ofrecer algunos criterios que orienten aquélla, y,
entre estos, destacaríamos tres fundamentales:
1.º Dotar de verdadera eficacia legal a la nulidad de esos contratos, de manera que resulte
aplicable también a los celebrados en el extranjero, para lo que podría considerarse la posibilidad,
entre otras medidas legales, de sancionar a las agencias que se dedicaran a esta actividad.
2.º Promover a nivel internacional un marco común regulatorio que prohíba la celebración de
contratos de gestación, en garantía de la dignidad de la mujer y del niño.
3.º Asegurar una transición segura que evite que queden desprotegidos los niños resultantes de
los procesos de maternidad subrogada internacional en los que pueden estar inmersos
actualmente varios españoles. Para ello puede garantizarse que su filiación en el extranjero se
realice conforme a la doctrina establecida por el Tribunal Supremo.
El informe está disponible en la web del Comité de Bioética de España
(www.comitedebioetica.es).
Madrid, a 19 de mayo de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario