En España donde la venta, perdón donación de óvulos, es supuestamente gratuita todos sabemos lo que significa la gratuidad que se predica para controlar la maternidad subrogada y todos sabemos lo que están haciendo en el extranjero nuestros compatriotas con ella.
Por eso escribí esto ayer para La Razón, llevado por mi natural pesimismo, si predecir que con tres bastaba para frenar la ridícula pretensión de que un parlamento autonómico se dirija a un gobierno en funciones para que tenga iniciativa legislativa en el Congreso "ahorcado" que ha salido de las últimas elecciones.
Nosotros los esclavistas. Por José Miguel Serrano.
Imito el título de Oriana Fallaci para referirme a los
intentos, que probablemente tendrán éxito, de incluir la compraventa de niños
en nuestra legislación a través de la denominada maternidad subrogada, lo que también
se han llamado vientres de alquiler.
Si la maternidad sigue al parto, y es hijo de una mujer el
niño al que ha dado a luz, sea cual sea el origen del óvulo, es notorio que lo
que se pretende es meter a los seres humanos en el comercio, como objeto del
mismo, rompiendo una vez más lo que creíamos que era un principio inamovible,
la diferencia entre objeto y sujeto.
Desaparecen aquí las excusas del bien del hijo, incluso del
acto que no afecta a terceros, para diseñar contratos en los que el objeto es
la gestación. Las referencias a que se procuraría que esto se realizara de una
forma altruista son tan hipócritas que no merecen el trabajo de desmentirlas.
En el momento en el que el escándalo de la compra se
extiende por las denuncias a lo que se está haciendo con las mujeres de países
del Tercer Mundo, el arco parlamentario
madrileño decide colmar el derecho subjetivo de los poderosos para poner a las
mujeres a gestar por precio. Nos gustaría poder decir que este nuevo paso, nos
escandaliza pero la implantación del
deseo sádico del fuerte en nombre de un supuesto altruismo ya no debe
sorprender a nadie.
Estimado Señor Serrano he puesto algunos otros comentarios en los tres artículos anteriores pero se han perdido. Entrañable la Conferencia con la Señora Francia, me ha encantado lo del " Reino Intermedio", me quedo con ello, también lo entiendo a mi modo Señor Serrano, el Reino como lo dice Volkening es la verdad, pero hay otro, el que existe entre el Cielo y la Tierra. Saludos Cordiales.
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