miércoles, 3 de junio de 2015

El profesor de ética de los negocios.

En los viejos melodramas, cuando se llevan a la anciana madre o al viejo tío que han dado todo por la familia, camino de un hospicio, con el inmediato fín de vender el piso que han ocupado toda la vida y repartirse el precio entre los familiares,  mejor si el hecho se produce tras el truco de hacer firmar a la víctima algún papel abusando de su confianza, siempre aparece un médico, un abogado, un vecino informado, un filisteo en definitiva, que tranquiliza la conciencia de aquellos que aún no son cínicos completos, de los hipócritas que desde el vicio quieren rendir  un pequeño tributo a la virtud. Es por su bien,  suele decir a la sobrina llorosa o al hijo reticente. Pues bien, en nuestro mundo económico, ese es el profesor de ética de los negocios.

1 comentario:

  1. Ya de antemano la hipocresía no es cualidad de Virtud. ¡Menudo profesor de ética de los negocios!, pero tan real como la vida misma. Excelente artículo.

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