Hoy en La Razón. Vincent Lambert.

Estrasburgo, El Consejo de Estado y Vincent Lambert. Por José Miguel Serrano Ruiz-Calderón.

La alimentación e hidratación asistida, a la que a veces se le da intencionadamente el nombre de “artificial”, siendo en este caso una acepción peyorativa, es un cuidado básico al paciente que no tiene otro proceso que le conduzca a la muerte. Vincent Lambert no va a ser desconectado, como se dice, en una terminología que se toma de los medios que se aplican al paciente y le mantienen funcionando los órganos cuando estos no funcionan. No se trata de una persona a  la que no se le quiere aplicar un medio desproporcionado, como un respirador cuando va perdiendo progresivamente la capacidad de respirar y sufre una enfermedad que le lleva al ahogamiento dilatado en el tiempo. Tampoco es alguien que ha decidido que no se le apliquen medios de reanimación cuando piensa que es mejor aceptar el actual momento de final de su enfermedad y de su vida.
Por el contrario como ocurrió con Eulana Englaro o Terri Schiavo, Vicent va a morir deshidratado por el no suministro de unos medios que se le pueden suministrar. La aceptación por Francia a través del Consejo de Estado y de Europa a través del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de que el homicidio por omisión no es un atentado a la vida , un acto homicida, es una mala noticia. Ciertamente iguala la posición de estas instancias a la jurisprudencia anglosajona, tan criticada en algunos de esos países, que iguala la muerte por inanición al rechazo a un tratamiento, cubriendo con este subterfugio la definición de vidas que no merecen la pena vivirse.
Francia ha admitido de esta forma la eutanasia, en la forma pasiva de Estados Unidos y Gran Bretaña y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, preocupado de su jurisprudencia innovadora mas que de la aplicación de los artículos estrictamente firmados, ha dicho que esto no atenta al Derecho a la Vida. Podemos preguntarnos que otra cosa iba a decir una vez que admite a Bélgica y Holanda como países plenamente protectores de los Derechos  Humanos