Cuenta JJL que el almirante Onissi al reconocer el emperador que no era un dios, por exigencia americana que tiene a Dios en el dolar, escribió antes de hacerse el seppuku:
En el cielo limpio, sin nubes,
luce ahora la luna.
La tempestad ha terminado.
Y si no anduviera Dios por medio la idea es tentadora, y no es una tendencia a la conservación lo que nos aparta de ella, sobre todo si se tiene el valor físico de Onissi que se abrió el vientre en cruz; es la certeza de que nuestra vida, como la de los otros, no es nuestra y no podemos disponer de ella.
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