Pongo la primera parte del manifiesto en traducción libre. No tengo la oficial.
Nosotros firmantes solicitamos a las instancias de las Naciones Unidas responsables de la aplicación de las Convenciones sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW), sobre Derechos Humanos y Sobre los Derechos del Niño que abran un procedimiento dirigido a la prohibición de la práctica de la Maternidad subrogada en cuanto incompatible con el respeto de los derechos humanos y de la dignidad de las mujeres.
En efecto, la Convención (CEDAW) en su preámbulo acuerda prestar una atención particular a la eliminación de todas las barreras económicas políticas, y sobre todo sociales y culturales que impiden la igualdad entre mujeres y hombres y reconoce específicamente el valor fundamental de la diferencia entre hombres y mujeres, que es por lo tanto incluso superior a la autodeterminación de las diferentes culturas y el principio del relativismo cultural. Resulta particularmente crucial la referencia a la protección física y psicológica de las mujeres, en cuanto es universalmente reconocida en la Carta Internacional de los Derechos del Hombre. La Declaración universal de los Derechos del Hombre ha considerado que el principio de la defensa de la dignidad humana es un objetivo que debe perseguirse en el cuadro de la soberanía estatal pero también en el espacio de las relaciones internacionales, excluyendo así la legitimidad de cualquier práctica del intercambio comercial o altruista que tenga como objeto al mismo ser humano.
La maternidad subrogada consiste precisamente en la específica apropiación de la capacidad reproductiva de las mujeres. Lleva a ejercer un control extremadamente severo sobre todos los aspectos de su vida durante el embarazo y a poner en peligro su salud física y psíquica con el único fín de satisfacer el deseo de terceros.
A este respecto no hay que dejare engañar por la retórica sobre la libertad individual y "el maravilloso don de la vida". La subrogación implica una efectiva cosificación de la madre y del niño
teniendo en cuenta que a sabiendas crea una situación de renuncia y abandono.
El deseo de ser padre o madre no puede elevarse a derecho individual del comitente de disponer del cuerpo de una mujer y apropiarse de esa forma de la vida de un niño.
1 La subrogada golpea una de las posibilidades mas relevantes nacida del inédito proceso histórico abierto por la lucha de las mujeres por el pleno gozo de la libertad. ¿Cuál es, en efecto, una primera novedad perceptible producida en el acceso "colectivo" de las mujeres a la libre expresión, material y cultural de sí mismas? Que la entera existencia humana puede elevarse a la dimensión de la libertad. No sólo entonces la creación política o la creación intelectual, no sólo la creación manual o la espiritual sino también la creación-cuidado del cuerpo puede finalmente salir del cono de sombra de la necesidad natural y acceder a la libertad. Se hace así posible redefinir que se entiende por plenitud humana haciendo finalmente posible incluir la maternidad.
Con la legitimación de la subrogada se clausura propiamente esta posibilidad: en la aparente exaltación del deseo de generación la maternidad- que es un compuesto unitario de deseos, pensamientos y emociones junto a los procesos químico-biológicos que afectan a la mujer y al nasciturus- es, en cambio, descompuesta en tantas piezas distintas unas de otras como si se tratase de una cosa. La maternidad de acto eminentemente humano, expresión altísima de la dignidad humana femenina decae en un procedimiento mecánico, cuyos componentes divididos se convierten en mercancías puestas en el mercado.
2 La expresión "gestante para otros" es deliberadamente reductiva porque deja entender que el embarazo puede reducirse al funcionamiento del útero como contenedor para satisfacer el deseo de otra persona. Dejando a parte el hecho de qeu la madre "portadora" pone a disposición de otros no sólo su útero sino todo su cuerpo y su mente para "fabricar un niño" destinado a ser entregadoen el momento del nacimiento, lo que es una contradicción evidente entre el desarrollo de la investigación médica que habla de los lazos y de los intercambios tanto biológicos como afectivos entre la madre y el feto y la utilización de una técnica que los niega. Para legitimar la subrogada se sostiene que estos lazos son insignificantes y pueden cancelarse sin daño para la mujer y el niño.
La subrogada pone en peligro la salud física y psíquica de la mujer, dado que en el embarazo y el parto pueden producirse complicaciones con posibles discapacidades o muertes.
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