Quienes imponen la nueva lengua, es decir, quienes de
forma totalitaria quieren que hablemos y por lo tanto pensemos de una forma
impuesta por el Estado, llaman maternidad subrogada a los contratos por los que
un tercero “se hace” durante un periodo de
tiempo de dos cosas.
Una es la capacidad gestante de una mujer, es decir,
algo que estaba extra comercium por razones de dignidad femenina. Se quiere
disponer del vientre de esta, pero a su vez, con el vientre se dispone de su
persona, de su tiempo, de sus condiciones de salud. Quienes desde el marxismo
nos hablaban de alienación aquí la tienen en su forma mas radical. Ni siquiera
la prostitución, salvo que fuera de dominio completo durante 9 meses sería tan
detestable.
Lo segundo es que se arrebata la maternidad a la mujer
objeto de explotación, se le quita el hijo que se compra. Eso si,, siempre que
el producto tenga la calidad requerida.
No hay maternidad y no hay subrogación. No hay
maternidad porque a la madre se le retira esta mediante contrato para llenar el
narcisista deseo, de unos de prolongar su carga genética, o de otras de no
someterse al esfuerzo de la gestación. No hay subrogación pues no existe en los
derechos personales de paternidad y maternidad y nadie
se coloca en la situación jurídica de otro sino que se contrata la doble prestación
arriba mencionada.
La pretensión que se quiere amparar en el derecho es indigna.
Para satisfacer el deseo genético se coloca a mujeres, miles de ellas en el
Tercer Mundo, en una situación laboral más cercana a la esclavitud que a
cualquier otra forma de trabajo contemporáneo. No puede existir vocación para
ser vientre de alquiler. La capacidad materna por otra parte se aliena
totalmente de forma que esta maternidad si tiene las características que critican
con fuerza las feministas más radicales. Puestos a marchar hacia el futuro nos
llevan a una condición aún peor que las de las nodrizas embarazadas a posta
para cubrir las necesidades del mamón rico o para que no se estropeasen los
pechos burgueses.
Antes de aprobar esta barbaridad tened el valor de
sacar una granja India de maternidad subrogada. No escondáis la imagen mental
bajo el conjunto de palabras con las que enmascaráis el puro deseo narcisista,
el mero poder económico.
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