martes, 8 de noviembre de 2016

Socrates sobre su misión en la Apología.

Quizá alguien diga: "¿No te da vergüenza, Sócrates, haberte dedicado a una ocupación tal por la que ahora corres riesgo de morir?"


A este, yo, a mi vez, le diría unas palabras justas: "No tienes razón, amigo, si crees que un hombre que sea de algún provecho ha de tener en cuenta el riesgo de vivir o morir, sino el examinar solamente al obrar, si hace cosas justas o injustas y actos propios de un hombre bueno o de un hombre malo".



Sabed bien que, si me condenáis a muerte, siendo yo cual digo que soy, no me dañaréis a mí más que a vosotros mismos. en efecto a mi no me causarían ningún daño ni Meleto ni Anito cierto que tampoco podrían, porque no creo que naturalmente  esté permitido que un hombre bueno reciba daño de otro malo. Ciertamente podría quizá matarlo o desterrarlo o quitarle los derechos ciudadanos. Este y algún otro creen, quizá, que estas cosas son grandes males; en cambio yo no lo creo así, pero sí creo que es un mal mucho mayor hacer lo que este hace ahora: intentar condenar a muerte a un hombre injustamente." 

No hay comentarios:

Publicar un comentario