jueves, 27 de octubre de 2016

Paradojas de la corrupción. A veces tiene sus ventajas.

Dice Don Nicolás:
La inmoralidad del gobernante es la última protección del ciudadano contra el creciente poderío del Estado.
Del prevaricador se puede esperar compasión pero no del doctrinario.

(La faltó conocer a los prevaricadores españoles que a su vez son doctrinarios)

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