viernes, 22 de julio de 2016

Simon Leys sobre el catolicismo de Chesterton.

La agudeza de Leys no sólo se dirige a la crítica ácida del idiota que produce estupideces, como dijo en Apostrophes, sino también a la descripción de lo valioso en el pensamiento. Aquí una perla pescada en su Breviario de saberes inútiles:
"la mayoría de lectores tienden a considerar a Chesterton un "escritor católico", como si no tuvera en cuenta que su conversión se produjo  en una fecha bastante tardía de su vida (en 1922, sólo catorce años antes de morir, escribió gran número de sus obras principales antes de que se incorporase a la Iglesia). Sin embargo, cuando finalmente dio el paso, dijo que se hacía católico para librarse de sus pecados.
Pero había otro motivo, creo, igual de poderoso: la gratitud. Dijo una vez que si tenía que ir al infierno cuando se muriera, aún daría gracias a Dios por esta vida en la tierra. Lo que le impulsó a escribir desde el principio mismo fue le ansia de dar las gracias a su creador.
En la experiencia de Chesterton, el mero hecho de existir es tan milagroso en sí mismo que ninguna desgracia posterior podría jamás eximir a un hombre de sentir una especie de gratitud cósmica. Deseo terminar con un breve poema en prosa que él anotó en un cuaderno de su agnóstica juventud; demuestra que, en realidad, su abrumador sentimiento de asombro y gratitud precedió en muchos años a su conversión religiosa:
Ahora muere otro día
en el que he tenido ojos, oídos, manos
y el gran mundo alrededor;
y mañana empieza otro,
¿Por qué se me conceden dos?

2 comentarios:

  1. ¡Que poema tan mágico y precioso! y muy bonito el artículo Señor Serrano, que casualidad, últimamente pensaba que D. Pío Baroja en estos tiempos hubiera " Creído" en otra cosa y hubiese cambiado un poco de idea por sí mismo y de forma espontánea.


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  2. ¡He dejado varios comentarios en distintos artículos pero no sé si da algún error que creo que se pierden, Señor Serrano!

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