martes, 5 de enero de 2016

Reseña del libro "Democracia y nihilismo" publicada en la Revista Foro por Juan Antonio Martinez Muñoz.

SERRANO RUIZ CALDERÓN, José Miguel: Democracia y nihilismo. Vida y obra de Nicolás Gómez Dávila, EUNSA, Pamplona, 2015, 287 páginas .
Ha parecido recientemente el libro del profesor José Miguel Serrano Ruiz-Calderón Democracia y nihilismo. Vida y obra de Nicolás Gómez Dávila (EUNSA, Pamplona, 2015) con un prólogo de Julia Escobar. Según indica en el subtítulo, trata sobre el pensamiento de uno de los intelectuales más relevantes y brillantes del panorama contemporáneo: Nicolás Gómez Dávila, Don Colacho para los amigos y seguidores. Gómez Dávila nació en Bogotá en 1913 y murió en la misma ciudad colombiana en 1994; fue educado en Paris con un fuerte componente de cultura tradicional europea, que incluía el conocimiento fluido de las lenguas clásicas, el pensamiento y la literatura europea conservadora y, al volver a Bogotá, se enfrascó en la magnífica biblioteca personal que le posibilitó tener el carácter acomodado de su familia.
Aunque inicialmente pasó desapercibido, salvo para un reducido grupo de amigos con quienes mantenía una tertulia y que alentaron la publicación de su obra después de su muerte, recientemente está adquiriendo una amplia y merecida notoriedad, también en un selecto grupo internacional de pensadores jóvenes, entre los que está el profesor Serrano, que sienten una cierta fascinación por la actividad intelectual gomnezdaviliana. Previamente había atraído la atención de pensadores como Ernst Jünger, Vittorio Hösle o Franco Volpi, que favorecieron traducciones de la obra del don Colacho a otras lenguas y que han conseguido que aumente la atención en el mundo hispánico por la obra de Gómez Dávila, no sin un cierto retraso, hasta conseguir un cierto reconocimiento que, sin duda, se ampliará en el futuro.
Dirigida a unos compatriotas que, según señala el autor del libro, no son quienes comparten el lugar de nacimiento sino las inquietudes, los valores y las ideas, conecta con las algunas de las preocupaciones existenciales de la cultura europea, de las que no nos ofrece una caracterización precisa pero que, podríamos decir, se traducen básicamente tras la denuncia de sus desvaríos y que quizá podríamos considerar el texto implícito a los Escolios. Podríamos decir que los compatriotas que se sienten interpelados por los escolios del bogotano son los nativos de una cultura históricamente vigorosa y ahora en trance de desaparición, ahogada por la superficialidad de la vida ociosa y relajada en la que nada humano despierta interés.
El pensamiento del pensador bogotano, en un cierto paralelismo con Nietzsche, resulta devastador para los axiomas de la modernidad y la ideología oficial del mundo actual que incluyen tanto al capitalismo como al socialismo, a la sociedad de consumo y al estado del bienestar, a la democracia y a las libertades públicas, del que se distancia netamente y al que vapulea sin compasión y de forma extraordinariamente brillante. Plasmado en aforismos extraordinariamente incisivos ((Publicados por Atalanta en 2009 en una cuidada edición con Introducción de Franco Volpi) presenta un elevado nivel argumentativo y conceptual que hace poco factible la recepción masiva de su obra por el gran público. A la par proporciona a la obra gomezdaviliana un cariz muy distante a la habitual retórica latinoamericana excesivamente escorada a la praxis política y para la que supone una provocación más que propiamente una crítica. Esa perspectiva hace a la obra de Gómez Dávila tan inquietante para la cómoda de la banalidad ocio superficial como atractiva para quienes se esfuerzan por comprender el sentido del mundo y las posibilidades humanas.
El libro del profesor Serrano nos muestra el carácter seductor del pensamiento gomezdaviliano desde el inicial y detallado estudio sobre la vida y obra de Nicolás Gómez Dávila; efectivamente, el libro va precedido de una pormenorizada biografía del pensador cuya vida, poco convencional, nos ilustra sobre las condiciones vitales en las que fructifica el verdadero pensamiento, tan diferentes a las estructuras educativas y culturales estatales que lo ahogan desde la más tierna infancia.
También lleva a cabo un estudio sobre los caracteres de la escritura aforística que contrasta fuertemente con los “cánones” que se han impuesto en el alicaído mundo académico oficial y que tiene la virtualidad de la concisión lacónica que ha caracterizado importantes realizaciones culturales, entre las que cabría mencionar al ius romano. El libro de Serrano constituye una guía adecuada e imprescindible para adentrarse en los recovecos del fragmentariamente expresado pensamiento del autor colombiano cuyo pesimismo y escepticismo evitan el cercano nihilismo nietzcheano y, sobre todo, su plasmación en las formas de organización social.
No cabe duda de que la difusión del libro del profesor Serrano contribuirá a que el “ilustre desconocido” bogotano no sólo adquiera más notoriedad, algo que a él no le preocupaba en exceso, sino a que su pensamiento encuentre la acogida que merece en el ámbito académico puesto que su penetrante mirada al mundo que nos ha tocado vivir bien merece ser tenida en consideración para evitar la banalización de la vida a la que, en cierto modo, estaríamos avocados a ser arrastrados por las condiciones ambientales e intelectuales dominantes.

1 comentario:

  1. A mí me supone esto tan maravilloso: " como atractiva para quienes se esfuerzan por comprender el sentido del mundo y las posibilidades humanas", y sí es verdad que D. Colacho podría observar en algunos blogs cómo se censuran palabras humanistas pero muy vivas, si él estuviera vivo, como tan claro tengo que hasta Dickens y Dumas utilizarían los blogs actuales.



    El pensamiento de D. Colacho debe pasar a más ámbitos no sólo el académico, todo aquel lugar que sea cultural y de conversación ( aunque esta por desgracia casi ni existe), ya no observamos ni " La Feria de los Discretos" de D. Pío Baroja...D. Pío sí que sabía tanto como D. Colacho.

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