lunes, 26 de octubre de 2015

Dialogo de Melos. Tucidides.

primer texto de Tucidides para prácticas.

104 Melios: 104.- Melios: “Habéis de saber que también nosotros consideramos difícil luchar contra 
vuestro poderío y contra la suerte, a no ser que ésta se muestre imparcial. Sin embargo, 
ponemos nuestra confianza en la suerte, por pensar que en lo que atañe a la divinidad no 
seremos postergados, ya que nosotros, respetuosos para con los dioses, nos enfrentamos a 
quienes no son justos. Y respecto a la diferencia de efectivos, quedará suplida por nuestra 
alianza con los lacedemonios, quienes forzosamente han de ayudarnos aunque no sea por 
otra razón que la del parentesco y la del honor. Con tal planteamiento, en absoluto resulta 
tan irracional nuestra confianza”. 

105 Atenienses: Por lo que se refiere a la buena disposición por parte de los dioses, tampoco nosotros creemos  que nos vaya a faltar, pues en nuestras reclamaciones y acciones no nos apartamos del comportamiento humano no en el concepto de lo divino ni en los requerimientos que los hombres se hacen entre sí. Pensamos, en efecto, que  entre los dioses - es una opinión-igual que entre los hombres- con toda certeza- siempre manda,pues es una imposición inexorable  de la naturaleza,el superior sobre el inferior. Y no somos nosotros los que hemos establecido la ley ni los primeros  en utilizarla una vez impuesta. La empleamos ahora, pero nos la hemos encontrado ya en vigor, y en vigor la dejaremos para siempre; y sabemos  muy bien que también vosotros y otros cualesquiera que llegaran a ser tan poderosos como nosotros harían lo mismo. Respecto a los dioses, pues, normalmente no tenemos  por qué temer  que  nos den la peor parte; y en cuanto a vuestra idea de los lacedemonios_ esa confianza vuestra en que su sentido del honor les moverá a venir a ayudaros-, admiramos vuestra ingenuidad, pero no envidiamos vuestra insensatez. Efectivamente, los lacedemonios se emplean consigo mismos y respecto a sus tradiciones patrias con toda nobleza; respecto a los demás, por contra, mucho se podría decir de su comportamiento, pero, para resumir, se diría sobre todo que  más claramente que ningún otro pueblo conocido consideran honroso lo que les gusta, y justo lo que les conviene. Ciertamente, semejante modo de pensar no favorece a vuestra imposible salvación de ahora.

1 comentario:

  1. Ahí está el núcleo de la cuestión de la vida: " y justo lo que les conviene", por eso se mueve las personas. Siempre el superior sobre el inferior, así es y al final acabamos haciendo lo que nos molesta, así lo hizo Napoleón que en un primer instante era un revolucionario y como final se convirtió en lo mismo que criticó y no podía soportar.

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