miércoles, 1 de abril de 2015

Mutis sobre Gómez Dávila. Como un padre.

¡Ah, bueno! Mira, es que el problema con Nicolás , aunque con Nicolás nunca hubo ningún problema, es que se trata de un asunto de orden familiar. Nicolás me adoptó como hijo. de eso nunca hablamos, jamás dijo nada, pero su actitud era la de una padre.
Hay amigos que son padres.
¡Claro!
Se trata de hombres como algunos de los que estamos hablando.
Por supuesto. Nicolás tenía, tiene, porque para mí esta vivo, Nicolás está aquí, es una cosa de la sangre.



(Tercera conversación con Julián Meza).
Ando leyendo figuras bizantinas, el libro de Charles Diehl que don Colacho regalo a Mutis y que esta en el origen de la afición de este último por Bizancio. En las conversaciones con Meza el mexicano  no parece prestar atención al hecho de que con la caída de Bizancio comienza la Modernidad, lo que explicaría muchas cosas. Espero dedicarle algún tiempo, para que se me siga acusando de cristianizar lo no cristianable, al cristianismo originario del Imperio bizantino y su relación con lo clásico, íntima y no reconstruida como en el Renacimiento. Este carácter originario es obviado casi totalmente por Alvaro Mutis, o al menos por el Alvaro que presenta Meza en las conversaciones. Nada que ver con el pagano que cree en Cristo. o quizás si, un poco tapado por las dudas.

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