lunes, 29 de julio de 2013

Ernst Jünger: Paradojas de la abolición de la pena de muerte.

La ejecución de condenados a muerte se practica después de la segunda guerra mundial con más frecuencia que en el siglo XIX e incluso en los siglos precedentes.
La abolición de la pena de muerte en muchos países y la polémica contra ella parece contradecir esta afirmación: pero una ojeada a los periódicos convence de lo contrario.
Nunca hasta ahora se ha matado a tantas personas  más o menos legalmente, a menudo bajo los pretextos más primitivos. Que alguien supiera escribir y no pudiera presentar callos en las manos ya era suficiente. Incluso los terroristas hablan de sus asesinatos como de una ejecución.
Yo supongo que entre la renuncia a la pena de muerte legal y el homicidio ilegal no existe una relación de casualidad, sin duda, pero si una relación vicaria. El Estado se vuelve más débil, la sociedad prepotente; e Gran Hermano entre en posesión de la herencia del padre. (Pasados los setenta III, 142)

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