domingo, 14 de abril de 2013

Bandas y encrucijadas. Sobre un intento de escrache a José Eugenio Azpiroz




Desde los finales de la República romana las calles de la ciudad se vieron dominadas por las bandas de “espontaneos” que acosaban a unos u otros rivales e imponían la voluntad de quien les pagaba.
Quiere decirse que el sistema del escrache se ha inventado desde que minorías violentas quieren controlar lo que se decide en órganos legislativos más o menos atemorizados. La excusa, evidentemente, es siempre benévola pero el efecto es el control de los menos a los más.
En efecto, la mayoría no ha hecho de la amenaza una forma de vida, no tiene historial violento, no “presiona” a nadie para mover su voto. La acción directa y física es siempre de aquellos que aprovechan una excusa para “movilizar”, más exactamente para movilizarse. Del Prestige, a la Guerra, ahora con los desahucios, los mismos hacen lo mismo. Es decir, la ultraizquierda ayuda a la izquierda para atemorizar, deslegitimar y expulsar del espacio público a sus rivales políticos.
Ayer lo repitieron en San Sebastían, y es notorio que van los del ETA mátalos, las mismas personas, a acosar a los mismos diputados que escaparon a sus anteriores campañas de presión. Como entonces la respuesta de los beneficiados políticos  es una tibia condena de la violencia venga de donde venga, quizás para que no se vea que siempre viene de donde viene.
Nos sorprende, sin embargo, que  como ocurría en anteriores ocasiones, quienes tienen la facultad de aplicar el derecho para frenar a las bandas, se muestren tan tímidos en la protección . Los ciudadanos deberíamos ser menos indulgentes con quienes tienen la responsabilidad de aplicar con rigor la Ley. Cualquiera tiene el riesgo de desagradar a quienes han ocupado por la fuerza la calle, sujetos que si son capaces de hacer lo que hacen ante las cámaras de televisión y personas más o menos protegidas es de imaginar lo que podrían hacer con cualquiera de nosotros.
En España se ha demostrado que la acción de presión violenta es vulnerable a la efectiva intervención jurídica. Quien pretende presionar un voto, en casa del votante, en este caso un diputado, comete un atentado y eso tiene su sanción. Que se aplique.

1 comentario:

  1. http://www.outono.net/elentir/2011/12/28/video-jesus-poveda-detenido-en-una-concentracion-provida-pacifica/

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