El 22 de mayo en la Razon.
La
actual situación económica en la que literalmente no hay dinero, pues la
posibilidad de endeudarse simplemente no existe, es una ocasión de
mostrar si los diversos sectores, antes que por intereses corporativos,
se guían por un verdadero intento de lograr el bien común. En este
sentido las protestas en Educación generan la sospecha de que algunos
grupos encubren bajo el discurso de los servicios públicos esenciales su
resistencia a adaptarse a una situación en la que la sociedad en su
conjunto se ha empobrecido. Más grave aún es que muchos de los que desde
puestos de responsabilidad han querido actuar como si no nos
acercásemos a la actual quiebra oculten sus responsabilidades bajo un
lenguaje pretendidamente solidario.
Antes que un conjunto de protestas que van a deteriorar aún más la
situación de la enseñanza, especialmente la pública, sería deseable un
discurso coherente y claro de cómo repartir equitativamente el coste de
la reorganización de sector educativo. En la actual situación todos
deben hacer más con menos y nadie puede negar que en España, en
comparación con nuestro entorno real, la estructura, gestión y
competencias son claramente mejorables.
Desde otras áreas de la sociedad, en las que el ajuste esta siendo
brutal, piénsese por ejemplo en el empleo, puede creerse que la
resistencia a la corresponsabilidad en el coste de la educación en las
fases no obligatorias es injustificable. Todo estudiante español está en
cierta medida becado, todo profesor es responsable de bienes públicos.
El Gobierno debe buscar una reorganización de la enseñanza razonable,
que no cargue todo el ajuste en el empleo, que resuelva ineficiencias,
que cree un sistema sostenible. En este contexto podemos denunciar que
quienes no han hecho nada contra el actual deterioro se pongan a la
cabeza de la manifestación.
La aceptación de los actuales sacrificios exige en contrapartida un
compromiso gubernamental de mejora e inversión cuando cambien las
tornas. Muchos entendemos que esa exigencia no se logra con la algarada o
la protesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario