Canto XXIV,540, 545.
Un aullido terrible alzó Ulises, con todo su arrojo
asaltóles cual águila asalta que vuela en la altura,
cuando vino el Cronión a enviarle su rayo encendido,
que a la vista cayó de la hija del padre terrible;
y volviéndose díjole a Ulises Atena ojizarca:
¡oh Laertiada, retoño de Zeus, Ulises mañero!
Tente ya, no prolongues la guerra que a nadie perdona,
no se irrite contigo el Cronión de la voz larga en ecos.
Asi dijo Atenea, gózose él de oírla, aquietóse
y ella, Palas, nacida del dios que la égida embraza,
para siempre jamás puso acuerdo en los bandos contrarios
simulando la voz de Mentor y su cuerpo y figura.
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