domingo, 11 de septiembre de 2011

Sobre el caso Ramona Estévez en la Razón

11 Septiembre 11 - - José Miguel Serrano
 ¿Estámos ante un caso de eutanasia encubierta con Ramona Estévez?
–Resulta llamativo que la portavoz de la Asociación Pro eutanasia, tras intentar convencernos de que la retirada de alimentación a Ramona no es una eutanasia, insista en que la única forma de poner fin a las dos semanas que sobrevivió a la retirada de la alimentación hubiese sido una muerte piadosa. La cuadratura del círculo consiste en afirmar que el único medio de aplicar humanitariamente el supuesto derecho a la retirada de cuidados, «que evidentemente no es una eutanasia», es legalizar una eutanasia directa, habida cuenta de que el medio indirecto en pacientes en coma se prolonga en el tiempo.

¿Es ético retirar la alimentación sin existir un testamento vital por parte del paciente?
–Es paradójico que el súmmum de la aplicación del respeto a la voluntad del paciente, tópico explícito de la «muerte digna» andaluza, se logre sin ninguna manifestación de voluntad por parte del paciente, que queda sujeto sin ningún medio jurídico comúnmente aceptado a la plena voluntad de un pariente.

¿Están indefensos los pacientes ante estos casos?
–Sin testamento vital, en contra del criterio del equipo que trata al enfermo incompetente, sin intervención de ninguna institución jurídica independiente, la decisión maximalista de una persona que exige la retirada del tratamiento se aplica por las instancias administrativas sin que quepa recurso jurídico pues la Fiscalía se inhibe y los tribunales no consideran parte interesada a las asociaciones que luchan por la protección de los derechos en la fase final de la vida. Ya no hay duda, la ley andaluza se traduce en un solo lema : «in dubio pro morte».

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