domingo, 23 de enero de 2011

Comentario Benedicto XVI Spe Salvi

  • Benedicto XVI spe Salvi 42.
"Ahora bien, si ante el sufrimiento de este mundo es comprensible la protesta contra Dios, la pretensión de que la humanidad pueda y deba hacer lo que ningún Dios hace ni es capaz  de hacer es presuntuosa e intrínsecamente falsa. Si de esta  premisa se han derivado las mas grandes crueldades y violaciones de la justicia no es fruto de la casualidad sino que se funda en la falsedad intrínseca  de esta pretensión. Un mundo que tiene que crear su justicia por si mismo es un mundo sin esperanza. Nadie ni nada responde del sufrimiento de los siglos. Nadie ni nada garantiza que el cinismo del poder, bajo cualquier seductor revestimiento ideológico que se presente no siga mangoneando el mundo."


Claves
Tema I.
Ver eprint reflexiones sobre el indulto y la pena de muerte.
La reflexión sobre la justicia para tener sentido requiere explicar la injusticia humana y buscar aquella en algo más que en una justificación ideológica sobre el poder.
El siglo veinte no solo ha sido testigo del cinismo del poder, de la construcción ideológica de justificaciones sino sobre todo del fracaso de la pretensión inmanente de establecer una justicia desde la sola conquista del mismo poder.
Algunas de las ideologías totalitarias se fundaron precisamente en esa pretensión de justicia total.
Es por ello que si la respuesta a la injusticia dependiera solamente de una transformación realizada por los injustos no habría esperanza pues nadie ni nada respondería de la injusticia de los siglos.
El mismo perdón para superar la sospecha de que es una muestra de impotencia ( de quienes no pueden vengarse) o de cinismo ( de quienes no quieren hacer justicia) depende de la posibilidad Trascendente de Justicia.
Es por ello que, por ejemplo, Gómez Dávila afirmaba que "el cristianismo no inventó la noción de pecado, sino la de perdón"