Con tono clásico sin ninguno de los vicios denunciados por Orwell en "la políticaa y el idioma inglés" se inicia "Sobre los acantilados de mármol":
"Todos conocéis la fiera pesadumbre que nos sobrecoge cada vez que rememoramos tiempos de felicidad. De qué modo tan irrevocable se han ido para siempre y cómo estamos separados de ellos más inexorablemente que por todas las distancias."
No hay comentarios:
Publicar un comentario