miércoles, 1 de febrero de 2017

Neolengua y maternidad subrogada: Hoy en la Razón.

La elegante sustitución del descriptivo y exacto término “vientre de alquiler” por el de maternidad subrogada marca la apoteosis de la neolengua y de la rendición a los intereses de los lobbies y la industria que más manipulan las cuestiones bioéticas entre nosotros.
No hay maternidad en cuanto se trata de desvincular esta precisamente del dato natural y legal que la define: La maternidad sigue al parto. El comprador o compradores reciben un producto bajo contrato y la gestación se convierte en una prestación que esclaviza a la mujer, evidentemente necesitada.
De hecho los grandes países exportadores en esta industria como Tailandia, la India o México, en Europa Ucrania, están limitando la compra por extranjeros, toda vez que se han observado los vergonzosos resultados de la generalización de la práctica para ricos del exterior.
No hay padres o madres, hay compradores deseosos de que el Derecho cumpla su definitivo capricho, obviando las posibilidades que se abrirían a la maternidad por otras vías menos explotadoras.

Las nuevas palabras, por supuesto, encubrirán el proceso, y así tendremos a nuestros tribunales, ya los tenemos de hecho, discutiendo si dos compradores y su compra han establecido ya, o no, una “relación familiar”.

1 comentario:

  1. Me da lástima de leer tal opinión sobre la maternidad subrogada.Por que es una de las oportunidades más bonitas que hay en el planeta para poder ser madre, para las mujeres descapacitadas que tienen problemas. Yo estoy por la subrogación y deseo a todas las mujeres que estan en duda escuchar a su corazon, para mi personalmente era difícil de poder decidir con el pais y lugar. En nuestro caso eso era Ucrania en biotexcom nos ayudaron con el problema y ahora soy madre felíz.

    ResponderEliminar