martes, 23 de febrero de 2016

Gómez Dávila sobre derecho, justicia o fariseismo. De iure

Quienes hablan de Justicia más encumbrada y linajuda, se dejan engañar por soflamas  pías, por escrúpulos éticos, o por bienes contemporáneos que persiguen.
El hombre invoca una justicia divina para amparar su orgullo contra la intolerable gratuidad de la gracia. Nuestra vanidad se rebela contra la sumisión irremediable. el pleito del fariseo sólo es propio de un culto legalista, donde los preceptos se hacinan y el cumplimiento se pesa, pero donde la justicia es también la observancia de una regla. Quienes fingen recursos jurídicos para vigorizar sus plegarias, confían en los medios que se arrogan más que en la compasión crucificada. Pero Dios no es la suprema justicia, dichosamente, sino la misericordia suprema.

1 comentario:

  1. El hombre es demasiado vanidoso. Esto es una preciosidad y verdad: " Pero Dios no es la suprema justicia, dichosamente, sino la misericordia suprema. ".

    https://www.youtube.com/watch?v=O35wl2xEvoo

    ResponderEliminar