Así la desgracia común llega a la casa de todos, y no la
detienen las puertas de
entrada; salta la más alta tapia y da con cualquier, aunque
se refugie en el más escondido
cuarto. Mi alma me ordena que enseñe al pueblo de Atenas que
la injusticia
trae grandes males al estado, pero que la justicia hace que
todo encaje, pone
cadenas al transgresor del derecho, pule lo rudo, modera lo
harto, limita el exceso,
marchita y seca los brotes de la ceguera, endereza el juicio
torcido y suaviza los
hechos desmesurados, refrena las disensiones, y contiene el
rencor de infames
contiendas. El buen orden todo lo humano, encaja y aclara
El buen orden y cálculo armonizan, y por supuesto aclara como bien dice el final de este artículo, así como la buena utilización de las palabras coordinan y no desorganizan.
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