1484.
El diablo elige, en cada siglo, un demonio
distinto para tentar la Iglesia. El actual es singularmente sutil.
La
angustia de la Iglesia ante la miseria de las muchedumbres oscurece su
conciencia de Dios.
La Iglesia cae en la más
astuciosa de las tentaciones: la tentación de la caridad.
Gran labor literaria la de Julio Caro Baroja, y significativa la figura de Alonso de Salazar y Frías, cuando alguien se debate entre el corazón, la razón y la objetividad.
ResponderEliminarDecía Pío Baroja: " Ya casi no hay hombres buenos ni malos, ni traidores por vocación, ni envenenadores por capricho. Hemos descompuesto al hombre, al conjunto de mentiras y verdades que antes era el hombre y no sabemos recomponerlo. Nos falta el cemento de la fe divina o de la fe humana, para hacer con estos cascotes una cosa que parezca una estatua.”
ResponderEliminarA veces es mejor el silencio escuchando el Ave Verum.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=xBhDDuk5lkw
Las palabras que dice Ricardo Muti en el vídeo son sublimes.