lunes, 4 de mayo de 2015

Sobre el artículo de Fabrizio Meroi "Reazione e scetticismo: Gómez Dávila e Cioran.

Estoy terminando de leer las ponencias recogidas en el volumen "Nicolás Gómez Dávila e la crisi dell' Occidente" que se ha editado en Italia por Edizioni ETS y recoge las aportaciones al Congreso del mismo nombre que tuvo lugar en Trento el 13 de mayo de 2013.
De las distintas ponencias me gustaría detenerme en la de Fabrizio Meroi que lleva por título "Reazione e scetticismo: Gómez Dávila e Ciorán". Siempre me ha interesado la relación desde la mutua ignorancia que puede trazarse entre el exiliado rumano en París y el colombiano en cierta forma exiliado también de Paris. Meroi la traza con vigor siguiendo en esto la estela de Volpi.  Ambos autores son estrictamente contemporáneos 1911-1995 Cioran y 1913- 1994 Gómez Dávila. En ambos es patente la cultura francesa, la procedencia excéntrica al centro cultural, la soledad casi insular que dice Volpi, el afecto por la escritura fragmentaria, el escepticismo o el aprecio por figuras como Joseph de Maistre. El  trabajo de Meroi que incide por este camino iniciado aunque no trillado destaca por su forma de abordar dos cuestiones muy gomezdavilianas a las que he dedicado algunas páginas.
Uno es el de la lucidez, donde junto a la aportación de Volpi,  Meroi  se detiene en una amplia bibliografía italiana sobre Cioran aunque no agota el conjunto de escolios y notas del colombiano sobre un concepto que explica desde mi punto de vista mejor que nada la actitud del reaccionario auténtico, quien no busca ninguna ventaja en la argumentación en cuanto no pretende convencer sino tan sólo comprender.  Este concepto de la lucidez salió el martes pasado en la Embajada de Colombia cuando se imputaba a don colacho no haber comprendido la "utilidad" posible de los derechos humanos para el reaccionario en minoría minusvalorando por un lado su concepción de los derechos fundamentales en general como un recurso desesperado y fallido ante la creación del Leviathan democrático   y por otro desconociendo el hecho de que si en su indagación el reaccionario auténtico descubre que los derechos humanos no tienen mas fundamento que la creencia en hadas o unicornios basta la lúcidez recién adquirida y sobre toda ventaja, mas aún si recordamos que "Sólo de causas perdidas se puede ser partidario."
Fabrizio Meroi tiene sus mejores párrafos en la descripción del escepticismo cristiano anclado ya en Giovanfrancesco Pico della Mirandola y su oposición al escepticismo existencial de Cioran. Traduciendo mas o menos libremente a Meroi "El escepticismo de Gómez Dávila, en suma y en conclusión, más que nada debe considerarse y valorarse en la prospectiva de su cirstianismo: fuera de tal prospectiva este no puede ser comprendido en su finalidad auténtica, no tiene ningún sentido".

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