lunes, 6 de abril de 2015

Alvaro Mutis y Nicolas Gomez Davila..

Casi de pasada he recogido en "Democracia y nihilismo" la respuesta que Alvaro Mutis daba a Philipe Bille sobre su relación con Nicolás Gómez Dávila.
Recuerda en esta respuesta que los presentó Hernando Téllez en el Jockey club en el año 1954. Es decir Mutis tenía casi    31 años. Respecto a esta ocasión recuerda Mutis que Gómez Dávila le entregó su libro Notas I que acababa de editar a sus expensas en México. Una lectura apresurada nos podría llevar a pensar que don Colacho iba regalando el libro a quienes conocía en el Jockey club. Esta primera impresión choca con la idea difundida por buena parte de los conocedores de don Colacho de que el autor no había difundido notas mas que entre unos pocos amigos.
El texto exacto reproducido por Billé decía así "Lo conocía en 1954 en el Jockey Club de Bogotá, donde los dos éramos socios. me lo presentó el ensayista y narrador Hernando Téllez, colombiano de ilustre memoria. Ese día Nicolás me regaló un ejemplar de su libro Notas, editado por él, y que contiene sus primeros aforismos y escolios"....."Seguimos viéndonos casa cada semana y se entabló entre nosotros un afecto y una amistad esenciales y siempre presentes en mí".
La presentación de Téllez fué probablemente preparada pues parece que quiere  acercar al joven poeta a una fuente de conocimiento como era don colacho, mayor y de mayor fortuna, además de medio pariente, que Alvaro Mutis.
No le salió mal el asunto a Mutis pues según propia confesión Gómez Dávila le regaló mas adelante  el libro clave para su afición bizantina. Regalo de enorme mérito en cuanto parece que a don colacho , como buen bibliófilo le costaba mucho trabajo desprenderse de sus libros, más aún de un texto al que era dificil acceder en Colombia como "Las figuras bizantinas" de Diehl.
Recuerdo el texto completo: "Te voy a mostrar un libro , regalo de un amigo, que lei a los veintiuno o veintidos años. Mira Figures Byzantines, de Charles Diehl........Claro que si. Me lo regalo´un amigo sabio, extraordinario: Nicolás Gómez Dávila, un lejano pariente mio que leía muchísimo; se trataba de un hombre, caso muy curioso en alguien inmensamente rico, de una cultura absoluta. Y quedé prendado Julián, engarzado con todo lo que se refería a Bizancio." Alvaro Mutis, Primera conversación con Julián Meza.
La explicación de tanta generosidad, que repetimos no era común en Gómez Dávila respecto a los libros la tenemos en la misma edición de la muerte del estratega. Tal como dijimos y cuando Meza le recuerda que no ha citado aún a Gómez Dávila entre sus amigos, Mutis afirma:
"¡Ah, bueno! Mira, es que el problema con Nicolás , aunque con Nicolás nunca hubo ningún problema, es que se trata de un asunto de orden familiar. Nicolás me adoptó como hijo. de eso nunca hablamos, jamás dijo nada, pero su actitud era la de una padre.
Hay amigos que son padres.
¡Claro!
Se trata de hombres como algunos de los que estamos hablando.
Por supuesto. Nicolás tenía, tiene, porque para mí esta vivo, Nicolás está aquí, es una cosa de la sangre."
Sólo una simpatía notable, o una reconstrucción amable por parte del propio Mutis, explicarían tanto la entrega inmediata de Notas como el regalo del libro de Diehl.



1 comentario:

  1. Lectora de Santa Fe y la Villa de Madrid8 de abril de 2015, 23:33

    Señor Serrano, quiero que sepa que todo lo que hace por difundir y enseñarnos acerca del incomparable Don Nicolás, es un regalo que muchos recibimos con emoción. Muchas gracias, y reciba un saludo afectuoso.

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