martes, 18 de noviembre de 2014

Aristóteles Justicia penal

En cambio, la justicia de los modos de trata  es, sí, una igualdad, y lo injusto una desigualdad, pero no según aquella proporción sino según la proporción aritmética. Lo mismo da, en efecto, que un hombre bueno haya defraudado a uno malo que  uno malo haya defraudado a uno bueno, o que el adulterio haya sido cometido por un hombre bueno o malo: la ley sólo mira a la especie de daño y trata como iguales al que comete la injusticia y al que la sufre, al que perjudica  y al perjudicado. De modo que es esta clase de injusticia, que es una desigualdad, la que el juez procura igualar; y así cuando uno recibe un golpe y otro loda, o uno mata y otro muere, el sufrimiento y la acción se reparten desigualmente, pero el juez procura igualarlos con el castigo quitando del lado de la ganancia, pues en tales casos se usa en general el término "ganancia" aunque no es adecuado a algunos, por ejemplo, refiriéndose al que  ha dado un golpe.

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