lunes, 24 de febrero de 2014

La utilidad de lo inutil. Mejor don colacho el valor de lo inútil.

No es una obra lo que quisiera dejar. las únicas que me interesan se hallan a una infinita distancia de mis manos.
Pero un pequeño volumen que, de cuando en cuando, alguien abra. una
tenue sombra que seduzca a unos pocos. ¡Sí! Para que atraviese el tiempo,
una voz inconfundible y pura»

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 N. Gómez Dávila, Notas, t. I, nueva edición con prólogo de Franco Volpi, bogotá,
villegas editores, 2001, p. 340,

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Para quienes lo han circundado, Nicolás Gómez Dávila ha sido la
puerta y el generoso guía en el camino que recorre ese universo; para sus
lectores será tal vez la última oportunidad de conocer entre nosotros cómo
es un hombre eminentemente civilizado, un espíritu profundamente hecho y nutrido por la plenitud de la riqueza espiritual contenida en el universo occidental. Su obra nos introduce en un mundo ante cuya amplitud
de temas y profundidad histórica nuestra visión resulta plana, recortada y curiosamente provinciana. Sus escolios constituyen un comentario continuo a esa rica y compleja vida que se desenvuelve a lo largo de la historia Por su lente van pasando una y otra vez los interrogantes, las
reflexiones, los elementos de esa discusión que durante veintiocho siglos ha
suscitado la condición humana al hombre occidental»

Francisco Pizano de Brigard, Semblanza de un colombiano universal: las claves de
Nicolás Gómez Dávila» Revista del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, N 542, vol

81, abril Junio-1988, p. 11.
Y he encontrado en un foro Gomezdaviliano esta de Proust
“Cuando se trabaja para agradar a otros, se puede fracasar,
pero las cosas que se hacen para contentarse a uno mismo tienen siempre la chance
de llegar a interesarle a alguien”
Marcel Proust

("En mémoire des Églises assassinées", dans "Pastiches et Mélanges", pág. 108/109, ed. Gallimard, Paris, 1992

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