martes, 16 de julio de 2013

NGD. Estado laico.

La tesis de la soberanía popular entrega la dirección del estado al poder económico. La clase portadora de la esperanza democrática encabeza, inevitablemente, su agresión contra el mundo. El sufragio universal elige, en sus comicios, los más vehementes defensores de las aspiraciones populares; pero los parlamentarios elegidos gobiernan, con la burguesía que absorbe los talentos, para la burguesía que multiplica la riqueza.
Los mandatarios burgueses del sufragio prohijan el estado laico, para que ninguna intromisión axiológica perturbe sus combinaciones. Quien tolera que un reparo religioso inquiete la prosperidad de un negocio, que un argumento ético suprima un adelanto técnico, que un motivo estético modifique un proyecto político, hiere la sensibilidad burguesa, y traiciona la empresa democrática.

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